domingo, 10 de octubre de 2010

Me he preguntado incontables veces y aún lo hago: Es amor? o un capricho que me sigue rondando la cabeza? Día tras día, tarde tras tarde, noche tras noche, recuerdo sus ojos y su perfume. No olvido su mirada clavada en mi. 
Es inevitable confesar que lo extraño, que quiero abrazarlo y decirle que no puedo vivir sin el, pero no me lo permito, me aterra el rechazo, me aterra volver a ser apuñalada, me aterra no poder separarme de el.
Sé que nunca podre borrar su reflejo en mis ojos, se perfume en mi cabeza y su beso en mi corazón. Cicatrices que jamás terminarán de cerrarse, 
que tan solo recordarla hace a mis ojos llenarse de lágrimas.
¿Que tan difícil puede ser dejarlo ir? Dejar de llorar y comenzar de nuevo, arrancar del corazón y la cabeza todo aquello que alguna vez fue lindo.
Escuchas canciones que te recuerdan que se fue, o otras que hablan de lo feliz que eras en el pasado y que sabes que ya no podes decir que esa canción tan linda te identifica y te llega al corazón. Te enterás de que el es feliz, y te alegrás por el, pero de deprimís mas por vos, llorás porque como puede ser que a mi me cueste tanto dejarlo atrás y a el no.
Cada palabra que escuchas que alguna vez salio de su boca, ya es motivo de recordartelo. Cada minuto sin el es motivo de una puñalada mas en tu corazón y cada sonrisa suya que ves es motivo de llorar porque sabes que no fuiste vos la que causó esa sonrisa.
Como hecho de menos la persona que solía ser antes de conocerlo, esa persona tan alegre y feliz de su vida, que nada ni nadie la podría tirar abajo.  Como odio arruinar mil sonrisas de mi día con 100 lagrimas de mi interminable
noche.
Como odio querer volver a ser yo y no tener fuerzas para lograrlo. 
 

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