jueves, 27 de diciembre de 2012


He visto tu cara, y es como mirar el cañón de una pistola, que va a explotar y salen todas esas “palabras”. Tienes un lado mucho más agradable, un lado que me gusta mucho más. Uno que se ríe y bromea. Recuerda los abrazos en la cocina, sí, para que las cosas despegasen hasta el infinito y más allá. Pero es muy difícil acordarse de eso en un día como hoy cuando sólo quieres discutir, y ya tienes puesta esa cara. Estoy metida en un lío otra vez, ¿no? Eso pensaba, porque te has dado ahí la vuelta, poniendo esa silenciosa cara de decepción. La que no puedo soportar. ¿No podemos reírnos y bromear? Y no tengo ganas de seguir con este debate que tenemos siempre, cuando decís que te da igual, claro que no, ¡claro que no!
Así que ríete y bromea, recuerda los abrazos en la cocina

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